martes, 13 de enero de 2015

SEXUALIDAD DURANTE EL EMBARAZO Y EL POSTPARTO


Durante el embarazo, frecuentemente la pareja y principalmente la mujer, experimentan una serie de dudas en relación a sus prácticas sexuales. En este sentido, el sexo está contraindicado en casos específicos como si hay sangrado vaginal o infección, si la placenta está insertada muy cerca del cuello del útero o si se ha sufrido amenaza de parto prematuro. Por lo tanto, si el embarazo es normal, no es necesario interrumpir o modificar vuestros hábitos sexuales.
Es muy frecuente que la pareja tenga miedo a hacer daño al feto durante el coito o piense que puedan provocar un parto prematuro, mitos que dan origen a muchos de sus problemas sexuales durante el embarazo. Os recuerdo que las relaciones sexuales van más allá de la penetración y que podéis disfrutar de vuestra sexualidad sin la necesidad de practicar el coito, la sexualidad no es sólo genitalidad. Con esto, os quiero decir, que no dejéis de buscar placer durante este período, esto os ayudará a fortalecer vuestra unión. Lo que si es recomendable es variar algunas posturas a medida que avanza el embarazo, lo que supone al mismo tiempo una oportunidad ideal para experimentar.

sexo en embarazo, posiciones


Durante el embarazo pueden aparecer trastornos sexuales transitorios, tanto en la mujer como en el hombre, que si no son identificados en su origen y tratados a tiempo, se pueden cronificar y persistir más allá de los primeros meses de postparto. Si este es vuestro caso os recomiendo poneros en contacto con un sexólogo y así atajar estos problemas a tiempo.
Algunos de los trastornos sexuales más frecuentes en esta época suelen ser problemas de deseo sexual (en uno o en ambos miembros de la pareja), anorgasmia o incapacidad para que la mujer alcance el orgasmo a pesar de estar suficientemente excitada y en el hombre, destacan la disfunción eréctil y la eyaculación precoz. 

Con la llegada del bebé, el mundo de la pareja gira entorno del pequeño y algunas parejas, principalmente los papás primerizos, se obsesionan con su cuidado, dejando de lado la relación de pareja. Es normal que tengáis un tiempo de adaptación, pero no olvidéis que es saludable reanudar las relaciones sexuales lo antes posible siempre y cuando os apetezca a ambos y ella se encuentre recuperada físicamente. Os recomiendo el uso de lubricante vaginal de base hídrica o solubles en agua, ya que después del parto, se suele dar sequedad vaginal y generalmente ha habido un desgarro vaginal durante el parto, por lo que es conveniente el uso del lubricante para que la mujer se sienta más cómoda y segura.

Os recomiendo ir poco a poco, como si volvieseis a la época de galanteo y deseéis descubriros nuevamente. Nunca presionéis a vuestra pareja, me encuentro a menudo con casos donde la mujer no está preparada para reiniciar las relaciones sexuales y cede para complacer a su pareja y así no sentirse culpable. Con esto sólo vais a conseguir que se de una inhibición del deseo sexual.

Podéis empezar con un tiempo de contacto basado únicamente en caricias y masajes sin tocar los genitales y así quitaros las prisas y eliminar "el tener que cumplir". A partir de aquí, podéis pasar otro tiempo donde os deis permiso para tocar los genitales, pero no con la intención de llegar al orgasmo, sino de proporcionaros sensaciones placenteras. Por último, daos el permiso de llegar al clímax como más os apetezca a ambos. Es importante que después de cada experiencia, habléis de lo que habéis sentido. Podéis adaptar la propuesta a vuestras necesidades: tal vez queráis dedicar más tiempo a los ejercicios de focalización sensorial y genital, o tal vez podéis vetar el coito durante un tiempo para probar otras prácticas sexuales. 





Ya sabéis, SexDisfrutar a tope!

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